martes, 22 de diciembre de 2009

sábado, 5 de diciembre de 2009

Atenas 351-3. Por: Isaac Perdomo.

El anciano Tlx recorría los peñascos junto a su nieto Ynx, por el camino recogían espécimen de talofitas para las pócimas medicinales que preparaba el mismo Tlx para su comunidad boldiana, él, es el hombre más sabio del territorio oeste.

En ese momento ignorando el objeto que yacía en el horizonte, seguían su camino, el pequeño Ynx se queda por un momento observando el gran objeto metálico que conmocionó hace trescientos años a los boldias, por su aparición repentina. Al comienzo los boldias creían que era un mensaje de los dioses, pero como es de suponer, nunca pasó nada, ahora para las nuevas generaciones será un satélite natural, aunque su aspecto se pareciera a las laminas anti-magnéticas que construyeron los boldios para sus calderas de lava, de todas maneras ya nadie se preguntaba por aquel extraño satélite que es el causante de tres meses de oscuridad durante el año, esto se debía a su rotación de atracción gravitacional cuando pasaba por medio del sol y el planeta Boldia.

El pequeño Ynx a sus nueve años tenía un talento excepcional para el dibujo, siempre le atrajo esa extraña forma que tenía aquel satélite, tenía dentro de un cofre dorado todos los dibujos que le dedico a ese particular artefacto desconocido. El pequeño Ynx se queda observándolo, perdiendo la noción de su tiempo, contemplando tan maravillosa cosa que flota y que nunca más se desprenderá de su planeta. El abuelo se le acerca, descansa sentándose en una roca al lado de Ynx, lo toma del hombro –Es hermoso ese extraño objeto ¿no Ynx?- le pregunta su abuelo, el chico sonríe, en su expresión facial emanaba gran inteligencia que no era muy casual en un niño de su edad. –No me parece extraño abuelo mío, la gente habla cantidad de cosas sobre él, todas estas cosas que se inventan del huevo plateado –huevo plateado como lo ha llamado Ynx -Nunca sabremos que hay dentro de él, debe haber un mundo fantástico, ahí deben habitar nuestros dioses; de todas las especulaciones, esa me parece la más adecuada para aquello, su forma no es nada parecido a lo que conocemos, en nuestro planeta no hay figuras como ésta, tú qué puedes pensar al respecto abuelo? –el anciano Tlx saca su pipa, la prende dándole un gran suspiro del espeso humo, sonríe. –Yo creo que Huevo plateado no es de este universo, debe venir de otro universo, uno muy distante al de nosotros, donde su naturaleza se compone de esas formas, parecidas a los huevos, nuestros antepasados adoraban la forma de los huevos porque era la única forma que creaba vida, todos las especies animales de nuestro plantea nacen de huevos y es la única forma que se conoce de la naturaleza, todo lo demás es diferente, a acepción del gran Huevo plateado que ahora es parte de Boldía