sábado, 4 de julio de 2009

Experimentaciones biológicas. por: Henry Rugelis


Esta ilustración fue hecha para un relato de Gestapo, por cosas de la vida a nuestro qerido cyborg le entró por el año de 2005 un inmenso virus en su computadora y le mando al carajo muchos de los relatos que escribio ese mismo año.
No quiso volver a escribir la historia pero quedó esta ilustración como vestigio. Ahora nuestro querido lector inventara su propia historia.

tinta sobre papel.

jueves, 28 de mayo de 2009

OMNI PLUS. por: Isaac Perdomo.

A mi hermosa madre que siempre está preocupada por mi salud.


TELEXXA INFORMATIVO:
-Buenas noches, noticias de ultima hora –pronuncia con hermosa sonrisa la comentarista de cabellera dorada ante las cámaras de televisión. – El nieto del gran empresario que invento el producto vitamínico del siglo XXI OMNI PLUS, fue arrestado la semana pasada por consecuencias de su abuelo, su nieto como sucesor de dicha empresa fue demando por científicos de la BSC que recientemente hicieron unos estudios sobre el producto que más demanda tuvo en el mercado. Un análisis hecho en los laboratorios mexicanos de la BCS informaron que el producto no sólo estaba hecho a base de mezclas fluctuosas de frutas con vitaminas, calcio, cobre de magnesio y zinc, sino que además contenía un setenta porciento de orina humana. Romero Ruiz fue interrogado y sometido a pruebas de polígrafo, se tomaron cartas en el asunto y fue arrestado en las horas de la mañana; actualmente dieron un llamado de alerta para que todas las distribuidoras no siguieran comercializando el producto, aun se está investigando el caso, nuestro corresponsal ha entrevistado a varios usuarios que tomaron dicho producto durante casi toda su vida.

La cámara toma en primer plano el arrugado rostro de un anciano, éste habla con dificultad. –Sí, yo fui victima de ese maldito… –el anciano comentaba – mi madre, desde muy chíqui me lo hacía tomar, yo desde de un comienzo le decía que eso me sabía a orina, ella siempre me lo hacía tomar a las malas- el comentarista lo interrumpe y le hace una pregunta: -El producto ayudo en su salud señor…? – no voy a negar que después de la primera operación ayudo ha estabilizar mi sistema circulatorio, el medico me lo formuló pero yo creo que fue por mamá que le dijo que me lo recetara. Durante mi juventud no vi que me hubiera hecho alguna cosa, ni subía ni bajaba de peso, tampoco me crecieron los músculos, ya que mamá desde un comienzo me había engañado diciéndome que con el tiempo…
Entrevistaron un adolecente que aun sus padres le hacían tomar el producto… -aun sigo con barros… y no he levantado novia…

-Tranquilícese señor Ruiz, no se preocupe que lo sacaremos de esto, el gobierno es muy pecaminoso cuando se le muestra una buena solidarización económica, ya hicimos la transferencia, el presidente esta agradecido por su aporte a la patria y que no se preocupe que todo va salir bien, él mismo se encargara de hablar con los jueces y los jurados, lo que no podemos seguir haciendo es que sigan con la comercialización de OMNI PLUS, las multinacionales no van a negociar con nosotros. –Ya pensaba exiliarme de todas maneras -le decía Ruíz a Arturo un poco más calmado -los estúpidos que me hicieron cerrar el negocio tendrán que pagar caro por esto, si me entiende? –Si señor Ruiz, pero debemos dejar que pase un buen tiempo para dar rienda suelta y encargarnos de arruinar a la BCS, recuerde que hace poco mandamos al infierno al presidente de la royal instituto de arquitectos. –jeje, si claro, selo merecía –dice Arturo - casi perdimos una millonada en materia prima.
El señor Ruiz prende su habano traído exclusivamente desde cuba, chasquea sus dedos como si hubiera dado en la idea que lo sacará de apuros -Ellos saben a que me refiero, usted sabe que todas maneras a los empleados se les daba una inducción, todo mundo sabe que la orina tiene muy buenas defensas para el organismo y se ha comprobado a partir del producto de mi abuelo. Ha curado mucha gente de males y por eso hemos sido los mejores en el mercado, ahora creo se debe ejecutar una nueva estrategia publicitaria. Seguiremos ofreciendo el producto a las distribuidoras, se le hará un nuevo mercadeo y publicidad, ahora diciéndole al usuario cuál es la base vitamínica de Omni Plus. -¡Cómo se le ocurre señor! –su secretario el señor Arturo se queda viéndolo con sorpresa - ¡usted cree que la gente va aceptar eso? y mucho menos las multinacionales que trabajan para nosotros, esto es una barbaridad señor Ruiz. – No es una barbaridad Arturo, la gente tiene que concientizarse de que nuestros fluidos corporales sirven para curar enfermedades, además, la orina sin tratamiento sabe mal, pero lo que hacemos es acondicionarla a sabores de frutas artificiales, es lo único que hacemos, la orina se encarga del resto. Tranquilo Arturo que todo va salir bien, en cuanto a los científicos de la BCS, descartemos ese asunto, al contrario, envíales una carta de agradecimiento.

martes, 7 de abril de 2009

De espejos y lavabos

ilustración: hombre frente a espejo, maxgallinazo.

La idea inicial es lavarse la cara. Peinarse un poco. Verse los ojos. Y tardar el menor tiempo posible. Aunque ojalá fuera tan fácil.  

Me vi en el espejuelo, bajo una luz azul negruzca.  No quisiera ahorrarme la descripción de mi rostro. Soy un hombre barbado, de pómulos sobresalientes, piel bukovskiana.  Un típico viejo verde con el cabello largo y la nariz gorda. Aparento treinta años más de los que tengo.

Soy lo que se dice, un hombre de pocos recursos. Rostro más feo no conozco. Aunque realmente no conozco a nadie. Ningún rostro.

Y solo existe en frente mío el espejuelo. Y bajo el espejuelo un lavamanos pequeño, difuso en la noche tibia del bar. Suena rock and roll, se escuchan algunas voces. Pero el bar está solo. El bar soy yo.

Y yo soy apenas un tipo frente a un espejo.

Ahora me estoy lavando las manos. Acaricio mis dedos lentamente bajo el chorro de agua. Me siento erotizado. Me fijo en los alrededores del espejo. El muro es de ladrillo de tierra cocida, pintado quizá con un azul oscuro o un negro. El espejuelo tiene un marquito de madera, rojo. Te miras la barba. El pelo.

Qué despeinado estoy. Dios mío, quién soy. Quién diablos soy en realidad. Qué hago aquí, me pregunto mientras me lavo las manos. Y al mismo tiempo: ¿alguien pensará que demoro en el baño? Y a cada pregunta le sigue otra pregunta: ¿tengo el cabello tan claro como para ser objetivo al respecto y decir que el tono de mi cabello es claro?

Y mientras tanto me sigo viendo en el espejo. Me he quitado las gafas con la intención de echarme un poco de agua en la cara. El agua es fría, la pruebo con los labios. La beso.

Y me digo:

—Estás en el espejo. Eres una ilusión. Sacas tu lengua y dejas que pase el agua por los lados. La mueves un poco para aquí y para allá, al principio con timidez, apenas dejando ver la puntita de la nariz, luego con más confianza, sacando toda la lengua. Las manos mientras tanto subiendo y bajando a ratitos por agua.

Entonces le das la vuelta a la llave y te sacudes las manos. No has dejado de mirarte a los ojos, desafiante. Es posible que haya alguien detrás esperando el turno para lavarse las manos, te dices.

Ya me hubieran tocado el hombro amablemente, están en todo su derecho. Pensarán que estoy en orbita y tendrán compasión de mí.

Estoy en órbita, aquí boy. De viaje. Allá vas.

Mi cabina es ese espejuelo, estoy parado sobre la nada y veo ese espejuelo iluminado por una luz azul que sale de la oscuridad, bajo el espejo está el lavamanos, el tuvo que recoge el agua del lavamanos da una corta vuelta y se pierde en la noche sin estrellas. Y allí estoy yo. Girando. Viéndome de afuera. Con dirección a ninguna parte.

Es cuando irrumpe en la escena, violentamente, otro hombre con espejo y lavabo. Es decir, alguien de mi misma naturaleza, pero armado con una cuchilla de afeitar.

 A unos pasos de mí, el hombre con espejo cae con violencia, rompiéndose en la caía su espejo y su lavabo. Hay que recordar lo frágiles que son estos vehículos. Si el hombre se rompió algo en su aparatosa aparición, no sabemos. También sabemos lo frágiles que son los hombres.

Cualquier que me escuche o lea se preguntará cuál es la función de los espejos, dando por sentado que la utilidad del lavabo en estas circunstancias es un complejo enigma. Muchos como yo saben que los espejos sirven para descender.  

 

lunes, 6 de abril de 2009

LA VISIÓN DEL GRECO. POR: Isaac Perdomo.



La iglesia de Santo Domingo el antiguo, contrato los servicios del pintor Doménikos Theotokópoulos más conocido como el Griego, era la oportunidad exacta para viajar a España y hacerse conocer en la corte de dicho país, esa misma tarde en la que recibe la correspondencia empaca sus maletas y decide echar rumbo.
La iglesia de Santo Domingo estaba compuesta por un monasterio, cuyo monasterio tenía una de las bibliotecas más importantes del país, el Griego como gran erudito se fascino tan semejante maravilla, el primer día que fue recibido no descanso de su largo viaje sino que pidió permiso para escrutiñar la biblioteca, a él le interesaba buscar información sobre las plantas de poder, ya que unos años atrás en Italia había estudiado varios libros sobre experimentaciones místicas pero no le eran suficiente pues no aclaraban pasos exactos para estas experimentaciones ya que los eruditos contemporáneos por cuestiones de censura no remitían al lector a una practica sino mas bien a una especulación, esta practicas eran catalogadas como herejías y la sentencia a la inquisición. Greco sabía que los mismos que censuraban este conocimiento eran el mismo poder eclesiástico y por tal, poseían los antiguos textos griegos y medievales que indudablemente se encontraban en estas bibliotecas monásticas.
Pasaron varias semanas, después de las duras sesiones en las que le dedicaba a sus retablos para la iglesia, no se dirigía a sus aposentos a descansar sin antes haber ido a la biblioteca, encontró algunas recopilaciones de textos antiguos pero que no satisfacían su curiosidad, el bibliotecario, un hombre gordo y cachetirosado se dio cuenta de los libros que Griego formulaba, este hombre tenía un gran respeto a este pintor reconocido, admiraba su estilo pictórico, no dudo ningún instante en acercársele al maestro.
-Disculpe mi señor por interrumpir sus estudios –le dice el bibliotecario un poco apenado –Tranquilo, creo que ya no estaba poniéndole mucha atención a lo que leía, eso quiere decir que estoy un poco cansado pero sería muy bueno conversar con alguien que conoce muy bien esta biblioteca. –Gracias mi señor –le sonríe el bibliotecario con un poco de torpeza, típico de un hombre tímido. – Veo que está estudiando usted las plantas de poder. –Si un poco pero la verdad no veo mucha información que me pueda ayudar. –Y por qué le interesa al respecto. –Quiero hablar con Dios personalmente. –Y para qué, no le basta con la oración? –Quiero saber visualmente la verdad para representarla, alguna vez sólo experimente algunas clases de hongos y me llevaron a lo que actualmente puedo plasmar en la tela pero creo que no es suficiente, según los datos que he recogido, existen una gran cantidad en los valles del norte pero necesito saber cuales son para no llegar a tomar las malditas. –Sí, las del diablo, entiendo lo que me dices, soy un gran admirador de sus pinturas y veo que tienes un estilo dotado por la divinidad, tuviste contacto con el mundo que hay después del espejo por eso pintas así, ya lo sabía, yo también he tenido experiencias con algunas plantas provenientes de los valles del norte, sé dónde se pueden encontrar, una vez un anciano me dijo que la única planta de poder que es con las que están adornadas el altar de la divinidad, se consiguen en las montañas de Gespach, más allá de los valles, es un lugar donde reina las tinieblas y protegida por los guardias elementales. –Los guardias elementales? –Fuerzas oscuras de la naturaleza, cuidan el bosque para que los humanos no entren por la gran planta de la divinidad, dicen los antiguos mitos medievales que aquel que pruebe de esta planta tendrá el poder de entrar y salir de los dos mundos en que se divide el cosmos –el Griego sonríe, se toca su barbilla, se levanta de su silla y observa por la ventana como desaparecen los últimos rayos de luz del día. –sabe qué, se imagina si llegara a probar esta gran planta de la divinidad –le dice el Griego al bibliotecario -podría representar este mundo con ojos del más allá, podría observar las cosas tal como las observaría Dios, dime, existe algún mapa que me conduzca a la montaña de Gespach? –en ese momento una gran nube gris cubre los cielos y un relámpago se deja escuchar, el bibliotecario se echa la bendición. –Lo siento señor, debo cerrar la biblioteca.
Al otro día en horas de descanso, el bibliotecario observaba a Griego como trabaja en los retablos de la iglesia, él pensaba que alguien que quisiera observar la cosas como las observa Dios para enseñar la palabra divina debía por derecho divino obtener ese don, aunque pensara de todas maneras que Griego por ser terrenal, era pecador y podría tener otros intereses egoístas, aunque el bibliotecario rechazaba pensar así de él, lo admiraba demasiado, creía que su pintura era el producto de como veía un santo, los del más allá no ven como los pecadores, pensaba el bibliotecario. Saca dentro de su túnica un pergamino enrollado, lo desenrolla, es el mapa, lo observa rápidamente volviendo a enrollarlo y va directo hacia Griego. –Señor, señor, permítame un momento para hablar con usted –el Griego sin pensarlo baja de los andamias como si esperara una buena noticia. –Hola buen hombre, disculpa, ayer no te pregunte tu nombre. –Tranquilo mi señor, puede llamarme Alfredo. –Bien Alfredo qué te trae por aquí, acaso no debes estar en la biblioteca? –No señor, me encuentro en horas de descanso, e igual que usted que me imagino no se ha dado cuenta –Griego se toca la cabeza. –Que tonto soy, cuando pinto olvido la noción del tiempo. –Recuerde mi señor que al otro lado del espejo no hay tiempo. –Claro Alfredo, por eso el arte y el conocimiento hace parte del don que nos proporciona Dios. –Si señor, indudablemente, sólo venía a traerle esto –le muestra el pergamino, Griego lo desenrolla, le sale una breve sonrisa iluminándosele su rostro como todo aquel que ha experimentado la iluminación. -Lo saqué de las bóvedas de los libros prohibidos. –Libros prohibidos? –le pregunta Griego con tono de curiosidad –el bibliotecario se frota la nariz. –Son libros que no deben ser leídos, sino solamente por los viejos sacerdotes, por eso los tienen bajo llave, puedo tener acceso a ellos pero la verdad sería una deshonra con mi comunidad franciscana si llegara a estudiarlos, y la verdad no lo deseo, hasta que tenga la suficiente preparación espiritual, por el momento no. –Entiendo Alfredo, estas en todo tu derecho, pero esto que me has traído es maravilloso, porqué lo has hecho, a propósito anoche cuando tronó, te vi asustado, por un momento pensé que habías mal interpretado mis intenciones por lo de la tormenta. -No lo dude que así lo pensé mi señor, pero he aprendido que Dios no expresa su ira con tormentas, al contrario, Dios puede manifestar su alegría también de ese modo.
El Griego termina su trabajo de la trinidad dos años después, encarga su alma a Dios para ascender las montañas de Gespach, Alfredo le había obsequiado a demás del mapa unos textos sobre las plantas divinas que habitan en esas tierras, algunos instrumentos necesarios para su expedición como una brújula, un machete, una navaja, tabaco, un cuaderno para sus apuntes, una lámpara de mezquita portátil y unos cuantos panes para el camino. Griego parte un dieciséis de abril del año mil quinientos setenta y nueve a las tres de la mañana.
Tres años y medio después, Alfredo recibe una carta de su amigo el Griego:
“Muy complacido en saludarte, en todo este transcurso de tiempo he orado por ti, espero que estés bien y sé que Dios ha escuchado mis plegarias, también tenía ansiedad de llegar pronto de mi expedición para escribir esta carta y hacerte enterar de mi fracaso pero a la vez mi triunfo, cuando salí de Toledo me demoré cinco meses a caballo para llegar a los valles del norte, por el camino gracias a los textos que me proporcionaste sobre botánica y micología, halle algunas clases de talofitas, hice algunas pruebas pero no encontraba visual y perceptivamente lo que buscaba, ascendí más allá, a una de las montañas de Gespach, hubo tormentas, mi caballo enfermo porque se fracturo una pata, tuve que sacrificarlo y aun así seguí mi largo camino a pie, en un momento estaba perdiendo mis esperanzas de hallar la gran planta, según las descripciones que me diste; en un punto el camino era casi intransitable, derrumbes, temí por mi vida, me encomendé a Dios porque él sabe que mi propósito es divino, rete a los guardianes elementales en una de mis experimentaciones con oronjas verdes, ellos se convencieron que mis intenciones no eran maléficas y dejaron que prosiguiera en mi búsqueda. Una noche con los ánimos disminuidos, débil, ya que las reservas habían acabado, comí algunas plantas y raíces para calmar el hambre, en ese momento vi a lo largo de un pequeño arroyo una hermosa planta, tomé con afán los textos y para mi sorpresa tenía las mismas características de la gran planta a excepción que en las ilustración poseían unos pequeños frutos verdiazules, empecé a leer con cuidado las instrucciones y más adelante en el texto había encontrado que estos frutos salían en primavera, estamos en otoño, pero el poder estaba en toda su composición, desde sus raíces hasta las hojas, las tomé y dure en trance místico probablemente una semana. En está semana mi querido amigo comprobé que la fuerza de Dios es también la equivalencia de la fuerza del mal, Dios es muy selectivo es sus elecciones terrenales ya que nosotros como humanos estamos destinados al pecado, así creamos que estamos limpios y puros, Dios no me escogió por sus obvias razones divinas, tal vez ese trueno si era un llamado de ira de Dios, porque él veía que yo quería acceder a algo en que no estoy ni estaré nunca preparado para asimilar, él me mostró las probabilidades y yo no las pude comprender, me dijo que me mostraría cómo era el mundo divino y sólo vi distorsión, caos, las formas tomaron aspectos amorfos, los colores se individualizaron, todo era confusión, tuve miedo y quise salir rápido de allí pero cada vez que me preocupaba por el tiempo más éste me atormentaba, cuado volví a la realidad terrenal comprendí que no podía representar esa realidad, caería en la incomprensión de los terrenos, creerían que he sido poseído por demonios y mi vida correría peligro ante la inquisición, aun no es el tiempo de esta representación, Dios me a mostrado un simple y pequeño estado divino y debo guardar este secreto, pero mi comienzo está bien, siempre y cuando represente en mi obra una minuciosa alteración de lo que va llegar a ser el arte algún día, los días que san Juan nos describió como los días finales de la humanidad y la llegada de nuestro salvador.
Actualmente me encuentro en el monasterio de san Lorenzo de el Escorial, he mandado una gran pintura al rey Felipe II, con fe, tal vez quede seleccionado para realizar el gran mural que se piensa hacer en lo que falta de la construcción de este bello monasterio, sino es así volveré a Toledo, compraré una casa a las afueras de la ciudad para dedicarme de lleno a alimentar mi curiosidad erudita, el estudio. Eres bienvenido amigo mío, con un abrazo muy especial se despide tu servidor Doménikos Theotokópoulos”.